Columna Molino de papel publicada en el periódico El País. (Ver artículo original)
Buenaventura es hoy la segunda ciudad del Valle con más casos de Covid-19, la que presenta el número más alto de contagios por cada 100.00 habitantes y la del incremento más acelerado en el departamento. A su vez, es la que tiene el sistema de salud más precario para atender a los pacientes del coronavirus, con un único hospital público que no cuenta con la capacidad ni con los insumos que se necesitan en esta emergencia sanitaria. Por eso el llamado que están haciendo su alcalde y el departamento, para que la Nación le brinde el apoyo que necesita Buenaventura hoy más que nunca. Es urgente contar con un centro hospitalario dotado con una Unidad de Cuidados Intensivos que tenga las condiciones necesarias para recibir los casos positivos más críticos, y con el número de camas suficientes para los pacientes intermedios. Esta vez la ayuda del Estado no puede demorarse ni los recursos desviarse como ha ocurrido con frecuencia en la ciudad portuaria, que hoy sufre las consecuencias de los desfalcos que se han cometido por años con los dineros destinos a la salud. Que Buenaventura llegara a este punto durante la emergencia causada por la pandemia del coronavirus era solo cuestión de tiempo, por el desacato de buena parte de la población y por la imposibilidad de sus autoridades detener la propagación del contagio. Ahora hay que brindarle la ayuda que requiere, para que la tragedia no sea aún peor.